Veracruz: periodismo bajo riesgo e improvisación

Categoría: Estado Publicado el 15 Julio 2020
Escrito por ecos

Xalapa, Ver. 15 de Jul. (SPI).- En Veracruz los periodistas enfrentan riesgos en dos frentes, uno de ellos externo, principalmente de los grupos del crimen organizado, funcionarios públicos, campañas mediáticas de desprestigio e incluso de miembros del gremio periodístico que son competencia.

 

En el “Informe de Libertad de Expresión en México 2020 – CASEDE”, se detectaron riesgos internos que se engendran en los propios medios y que están sustentados en la falta de preparación y profesionalización de quienes ejercen el periodismo,  pobres condiciones laborales con la ausencia de prestaciones laborales que den seguridad y confort a los periodistas, que los hacen “proclives a la corrupción y colusión con el crimen organizado”.

“La falta de interés del estado eleva los riesgos de cualquier naturaleza que puedan enfrentar las y los periodistas. A nivel municipal, los riesgos son mayores porque el nivel de colusión entre funcionarios públicos, políticos, intereses empresariales y crimen organizado es mayor”, alertó el informe del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).

En cuanto a la utilización y seguimiento de protocolos de protección y autoprotección, quienes ejercen el periodismo en la capital veracruzana revelaron que las universidades no enseñan protocolos de protección ni temas de derechos humanos, así como tampoco las empresas tienen protocolos de protección.

“Los códigos de ética muchas veces son construidos por las y los periodistas para frenar prácticas erróneas en los medios de comunicación (…) la autoprotección como algo “indispensable”, ya que muchos de los medios de comunicación están “en manos” de empresarios cuya finalidad es vender, sin una visión periodística”, determinó.

Se descubrió, en un autocrítica, que la falta de educación se enfatiza como fuente de riesgo para los periodistas por  diversos factores, entre ellos  que las universidades y empresas no enseñan “qué no hacer”; existe un acceso limitado a la educación por parte de quien ejerce el periodismo; y una falta de autocrítica y apertura a nuevos conocimientos.

Además se admitió que falta de capacitación sobre los derechos humanos, ejercicio periodístico con base empírica y a través de la experiencia, sin un protocolo educativo; cuando se enfrentan a problemáticas de decisión y ética en la trayectoria profesional, no tienen las herramientas suficientes para actuar.

Se encontró que falta capacitación sobre comportamiento ante los códigos y procesos del ejercicio; no existe capacitación para realizar solicitudes de información pública.

“Revalorizar el periodismo bajo la función social que éste desempeña es indispensable, estimar al periodismo como labor profesional. Los mismos periodistas reconocen esta situación mencionando que si existe una crisis de empleo, los medios de comunicación prefieren contratar a periodistas con menos experiencia, pero a menor sueldo, es decir, falta de inversión en un periodismo de calidad”.